03 octubre, 2016

Leyenda del Cadejo

En términos generales, en Costa Rica se cree que el cadejo es un enorme y fantasmal perro negro, que tiene cadenas, brillantes ojos rojos, cola larga y muy poblada de pelo y, según algunos, patas de cabra y dientes de jaguar. Pero, pese a su aspecto, este ser cuida a los borrachos cuando regresan a sus casas, y espanta (sin atacar) a los niños desobedientes o que andan fuera de casa a horarios indebidos (en la noche). Una versión costarricense, cuenta que existía un borracho que malgastaba casi todo su dinero en bebida y maltrataba a su familia, sobre todo a la esposa. El hijo mayor del borracho era muy inteligente y estaba cansado del comportamiento dañino de su progenitor, así que ideó un plan para castigarlo. El plan consistía en disfrazarse de monstruo con un cuero negro, y aparecérsele por las noches cuando regresase bien tarde en estado de ebriedad. La primera noche, el susto fue tal que el borracho casi se infarta, y como ya se insinuó, no fue la única vez, pues su hijo siguió asustándolo hasta que, cierto día, él se enfureció y reunió valor para tomar un machete y descuartizar a lo que sea que fuere aquello que por las noches se le aparecía… Así, esa noche, como todas las demás, el “monstruo” se le apareció y él sacó el machete y se abalanzó, pero la criatura retrocedió para esquivar el golpe y de ella salió algo que no se esperaba: la voz de su hijo mayor… “¡Papá, no me mates que soy tu hijo, era solo una broma!”, exclamó, a lo que él respondió maldiciéndolo: “¡De cuatro patas andarás toda la vida!”. Según se cuenta, cuando el joven murió, se transformó en un enorme y espectral perro negro, que sigue a los borrachos como su padre pero no les hace daño.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario